El patrimonio natural y cultural de nuestro territorio es algo maravilloso, que a menudo pasa inadvertido o es subvalorado, siendo casi invisible o inexistente. Contamos con una flora y fauna variada e importante en número y especies, gran parte de ella única de este territorio, además de paisajes de gran belleza.
Nuestros bosques, montañas, cursos de agua y el imponente Pacífico, han sido claves en el desarrollo social y del pensamiento de los distintos seres humanos que han ido habitando el territorio austral de Chile. Partiendo por Monteverde (hace 14.500 años a.C.), hallazgo arqueológico de gran relevancia ya que muestra que el poblamiento de América no es desde el Estrecho de Bering, en América del Norte hacia abajo, sino que parte mucho antes en nuestro territorio. Y de ahí la cultura Pitrén entre el 300 y 1200 d.C., la llegada de los españoles a Chile alrededor de 1541.
Luego en 1850 y 1883 la llegada de los colonos alemanes y suizos, incentivada por el Estado de Chile y que traen nuevas tecnologías agrícolas e industriales para aportar al desarrollo de la zona sur nor-patagónica. En esa época llega también la orden religiosa alemana de los Capuchinos, que aporta con talleres de oficio y educación al territorio. También tiene un rol clave para mejorar la comunicación entre el Estado de Chile y el pueblo Mapuche que habitaba la zona, aportando dentro de otros a hacer el Mapudungún una lengua escrita, que hasta ese momento era sólo oral.
Reserva Biológica Huilo Huilo, es un proyecto que responde a una iniciativa familiar de la cual participo. Llegamos a este territorio al alero de la industria forestal en 1994, impulsados fundamentalmente por la maravilla que veíamos en estos bosques.
Los fundadores fueron visionarios, tuvieron la claridad necesaria para notar que si se centraban en el lago, le darían la espalda al resto del territorio, y sería un desarrollo más de veraneo en el sur de Chile. Decidieron, en cambio, centrarse en el bosque y poner en valor el ecosistema completo en conjunto con la comunidad. Esto basado en tres pilares fundamentales: conservación del patrimonio natural y cultural, integración de la comunidad y desarrollo de una actividad económica sustentable: el turismo, que permitiría mejorar la calidad de vida de los habitantes del territorio.
Desde ahí ha pasado mucho y este mes la Reserva celebró 21 años de existencia. Lo que comenzó como un sueño en el año 2000, hoy es un destino de Turismo Sustentable reconocido a nivel nacional e internacional, con distinciones tan importantes como el World Legacy Award que realiza National Geographic en conjunto con la ITB de Berlin por “Conservar el mundo natural”.
Han sido miles de personas las que han participado en este proyecto haciendo suyo este sueño y convirtiéndose en agentes activos frente a los distintos desafíos que implica la reconversión de un lugar. En este caso desde una industria extractiva, como es la forestal, a una de servicios, como es el turismo de intereses especiales; turismo sustentable, desarrollada con el objetivo de conservar el patrimonio natural y cultural del territorio.
Ha sido y sigue siendo un gran desafío, porque a nivel mundial no está claro el paradigma de la sustentabilidad. La conservación del patrimonio natural y cultural y el desarrollo económico, históricamente en el mundo se han visto como antagónicos. Ha habido una pugna de descalificaciones entre ambas visiones, que también las vivimos con dolor en los inicios de la Reserva Huilo Huilo.
Por un lado, aquellos que pensaban en la conservación la veían desde el punto de vista de no tocar nada, no intervenir nada, lo que por supuesto era incompatible con cualquier actividad humana, ya que el ser humano por el hecho de existir interviene en su medio y requiere de recursos para poder desarrollarse. Por otro lado, estaba la visión del desarrollo a ultranza, con el ser humano como centro y su desarrollo actual como prioridad ante todo, sin respeto a su entorno ni a sus raíces ni a las futuras generaciones. Claramente ninguna de estas visiones tenía la verdad absoluta y a su vez ambas tenían razones fundadas para su pensamiento. Pero si cada una se quedaba en su trinchera, jamás se habría logrado el desarrollo que se ha logrado como Reserva Biológica Huilo Huilo.
Los que hemos ido involucrándonos en este proyecto nos hemos dado cuenta que ambas visiones son esenciales para la tan preciada sustentabilidad. Más aún, cada vez está más claro que la conservación por decreto y alejada del ser humano no funciona. Los que estamos en conservación de nuestro patrimonio natural y cultural sabemos que conservar es hacer mucho, hacer catastros de helechos, aves, flora, etc. para poder enseñar al mundo qué es lo que es tan preciado conservar. ¿Si no lo conocemos, por qué querremos cuidarlo? Además involucrar a la comunidad y hacerla parte de esto, ya que sólo lo que se conoce, se valora y se cuida.
También restaurar lo que ya ha desaparecido, rescatear nuestras raíces, los pueblos originarios, los colonos y traer de vuelta al huemul a la región de los Ríos, que habitó en este territorio hasta fines de los noventa. Hoy podemos decir con orgullo que el huemul ha vuelto a habitar en libertad nuestra región. Estas son algunas de las muchas tareas que llevamos adelante como Reserva Huilo Huilo en este ámbito.
En el momento que vive nuestro país, cuando hay tantas interrogantes e incertidumbres, tanta violencia y poco respeto por el otro, hace más sentido lo que hemos ido desarrollando como comunidad entorno a la Reserva Biológica Huilo Huilo. Una visión donde la diversidad toma un rol importante, el respeto a cada persona y cada ser que habita este planeta, el entender que somos parte de un sistema interconectado, pero donde todos son necesarios y valiosos, debemos respetarnos y darnos espacio para que cada uno pueda desarrollar su propio proyecto de vida en libertad, pero a la vez trabajemos como un equipo unido en pro de valores comunes que nos inspiran, sin imponer agendas particulares a los otros.
En mis ya 21 años relacionada a un proyecto de Desarrollo Sustentable como es la Reserva Biológica Huilo Huilo, puedo decir que esta mirada se hace cada vez más necesaria en el Chile de hoy.