Las aves son un motor de cambio. Éstas nos ayudan a mitigar y revertir transversalmente grandes desafíos de conservación, como lo son las tres crisis planetarias ocasionadas por un desarrollo no sustentable: cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad. Sin embargo, en las últimas 5 décadas se han perdido más de 3 billones de aves y se proyectan más de 150 especies en riesgo de extinción debido al aumento de la temperatura global. Es urgente e importante abordar estas crisis planetarias, en donde las aves nos ofrecen diversas aristas para avanzar hacia un desarrollo sustentable: la biocultural, la de centinelas de cambio global y la socioeconómica.
Desde la arista biocultural, las aves juegan roles fundamentales en procesos ecosistémicos que en su gran mayoría repercuten en bienestar humano. Por ejemplo, dos tercios de la flora leñosa del centro-sur de Chile hasta Cabo de Hornos es dispersada por aves. Flora y vegetación que aporta en la infiltración de aguas lluvias al suelo, en el control de la erosión y, entre otras cosas, es fuente de una gran cantidad de productos forestales no madereros utilizados por comunidades locales. En ambientes costeros y fluviales, las aves que nidifican en colonias tienen un rol muy importante en el ciclo de nutrientes (ej. Nitrógeno y Fósforo), enriqueciendo en biodiversidad los ecosistemas que habitan. Además, las aves marinas nutren el conocimiento local de pescadores artesanales, informando la presencia de peces objetivo de pesca.
Desde la arista de centinelas de cambio global, estas especies pueden ser indicadoras de biodiversidad y salud de ecosistemas. Lo anterior no sólo por la sensibilidad a cambios y movilidad que tienen muchas de ellas, sino también por la enorme disponibilidad de información que se está construyendo a nivel mundial y nacional. eBird, el proyecto de ciencia ciudadana más grande del mundo, tiene más de 72 millones de listas de especies en prácticamente todo el globo. Chile es top 15 en el ranking de países con mayor número de listas, con más de 320.000. Lo anterior es único en información para cualquier grupo de especies, y puede no sólo ayudarnos a monitorear complejos ecosistemas, sino también a detectar tempranamente amenazas que estén afectando a otras especies en ecosistemas naturales o manejados, orientando medidas de conservación hacia un desarrollo sustentable.
Desde la arista socioeconómica, las aves pueden ayudarnos a construir resiliencia. En el mundo existen más de 70 millones de personas que se definen como observadoras de aves. Si, más de 3 veces Chile. En nuestro país, según un estudio que Audubon Américas lanzará prontamente, este número es de 19 mil personas y en aumento. El aviturismo es una actividad creciente en Chile, pero que en el mundo se estima en un mercado de 60 mil millones de dólares al año. En tiempos de mucha incertidumbre y de rápidos cambios, como la pandemia de COVID-19, fortalecer economías locales puede otorgarnos mayor adaptabilidad a situaciones inesperadas y a su vez aumentar nuestra sustentabilidad en los territorios.
A pesar de lo anterior, las aves y sus hábitats se ven desafiados por un gran número de amenazas en el país (ej. cambio climático, especies exóticas invasoras y contaminación). Amenazas que afectan no sólo la biodiversidad de aves y sus roles ecológicos, sino también, impactan negativamente a otras especies y el bienestar humano. De esta manera, y dado que las aves son “embajadoras” de biodiversidad y sustentabilidad, es muy importante establecer una planificación estratégica para la conservación de aves en Chile.
La Estrategia Nacional de Conservación de Aves 2021-2030 no sólo aborda las amenazas a las aves y sus hábitats en Chile, sino que fortalece las tres aristas que nos pueden ayudar a alcanzar el desarrollo sustentable. Específicamente, y con la participación de más de 2.200 personas en su elaboración, la Estrategia propone acciones que se enmarcan en ocho líneas de acción: (1) fomentar la investigación y monitoreo de aves, (2) crear y fortalecer alianzas para la conservación, (3) fortalecer políticas públicas, (4) promover el cumplimiento de la normativa, (5) incentivar e innovar en prácticas sustentables del sector productivo, (6) atraer recursos para la implementación de acciones, (7) elaborar instrumentos de gestión en conservación (8) empoderar y vincular a la comunidad.
Esta Estrategia enmarca la acción nacional en conservación de aves y sus hábitats, y es una invitación a colaborar y trabajar en conjunto para fortalecer el desarrollo sustentable de presentes y futuras generaciones.
Tomás A. Altamirano
Coordinador Nacional Estrategia Nacional de Conservación de Aves 2021-2030
Ministerio del Medio Ambiente
Audubon Américas
National Audubon Society