La innovación social es un concepto nuevo y aún poco conocido para muchas personas, sin embargo, para quienes llevamos tiempo fomentando su implementación su puesta en práctica ha ido día a día en aumento. Gobiernos de todo el mundo, municipios, organizaciones públicas y privadas e incluso la academia han apostado por la innovación social como una herramienta efectiva para poder convertir problemáticas de todo tipo en oportunidades de desarrollo social, cultural, medioambiental y económico.
Promoviendo la creatividad y entregando distintos tipos de incentivos para la generación de nuevas soluciones a los desafíos de siempre, la innovación centrada en las necesidades que vivimos como sociedad es un medio – y no un fin en sí mismo – a través del cual se entrega poder e independencia, democratizando la búsqueda de alternativas para el cambio entre todos los actores de la población, sean estos instituciones formalizadas, emprendedores o personas con todo tipo y nivel de conocimientos.
En Chile se han generado distintos ecosistemas de innovación social en los que la colaboración es el sello que permite su gestación y consolidación en el tiempo. La fórmula es simple: darle vida a redes de trabajo en donde la complementación de visiones y expertises permita aprovechar lo mejor de sus participantes en pos de un propósito en común.
Pucón, así como otras zonas lacustres, al contar con un entorno privilegiado por la riqueza de sus paisajes naturales ha focalizado el turismo como la base primordial de su actividad económica. Sin embargo, la pandemia y las medidas de confinamiento han generado una crisis sin precedentes que hoy pueden transformarse en una oportunidad única para repensar el modelo de desarrollo local promoviendo una economía circular. Junto a esto, la llegada masiva de nuevos habitantes y el acelerado crecimiento presente ha generado y está generando variadas problemáticas ambientales, sociales, culturales y económicas que deben ser atendidas de manera urgente.
Chile es todo un referente de innovación social y emprendimiento en la región e incluso a nivel global. A nivel de políticas públicas, el habilitar un sistema que permite la creación de empresas en un día, la cantidad de fondos del Gobierno que se lanzan año a año e iniciativas públicas como Startup Chile que apoya a startups de todo el mundo para comenzar sus operaciones en el país, son solo muestras de la relevancia que se le ha dado a este tema. Según la OCDE , Chile es el país que tiene mayor tasa de emprendimientos en etapa inicial. No obstante, el financiamiento sigue siendo el principal impedimento para que estas propuestas escalen. Si en Pucón muchas de las problemáticas locales captan la mirada de la prensa nacional y existe talento de sobra ¿qué se necesita para convertirnos en un centro de innovación social en el sur de Chile con desafíos y financiamiento propio? ¿Cómo podríamos transformar Pucón en un ejemplo para demostrar que a todo lo que hablamos en los párrafos anteriores se le necesita agregar una variable de descentralización no estandarizada que incluya las particularidades de los territorios? Las respuestas debieran considerar cómo integramos a los métodos existentes la naturaleza y la cultura como parte de un todo, tomando consciencia del valor de regenerar los ecosistemas que habitamos.
Melissa Jeldes
Consultora en estrategias de Innovación, comunicación y sostenibilidad