La región de América Latina está en un momento de desafíos ambientales importantes en su historia. Naciones Unidas calcula que alrededor 131 millones de personas en la región no tienen acceso a una dieta saludable1 y, de la misma manera, en los últimos años, el fenómeno del Niño y la Niña han tenido impactos significativos en la vida de las personas y en las economías de la región.
También, desde la pérdida de biodiversidad en la Amazonía, la deforestación generalizada y la erosión en las zonas costeras, los impactos climáticos están afectando a comunidades enteras y amenazando la estabilidad económica de esta parte del continente. Incluso, Raúl Salazar, jefe de la Oficina Regional de Naciones Unidas para la Prevención de Desastres, calcula que la región ha absorbido el 55% de las pérdidas económicas globales por consecuencias climáticas2.
Esto quiere decir que, a pesar de que la región no sea una de las principales emisoras de Gases de Efecto Invernadero (GEI), América Latina sí es una de las más amenazadas en cuanto a sus ecosistemas, economías y comunidades.
Como respuesta a esto, en tiempos de crisis climática, se hace necesario que la innovación y el emprendimiento tomen un carácter regenerativo para combatir los desafíos climáticos y ser faros de esperanza en la lucha por un futuro sostenible. La aceleración de soluciones climáticas es urgente, y por lo tanto esto da a paso a preguntarnos ¿por qué deberíamos descentralizar la inversión en regeneración y por qué es importante hablar de regeneración incluso por encima de la sostenibilidad?
Las iniciativas de regeneración se destacan como una alternativa necesaria en las lógicas económicas del presente. Mientras que la sostenibilidad busca mantener un equilibrio, la regeneración apunta a restaurar y revitalizar lo que ha sido dañado, ayudando a nuestro planeta a recuperarse. Para América Latina, esto significa reconectar con la naturaleza, revitalizar ecosistemas y comunidades, y encontrar nuevas formas de prosperar sin dañar nuestro planeta.
1 Naciones Unidas Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional 2022,
2 Artículo de El País: Estas Son las Predicciones Climáticas para América Latina el 2023
Para que esto sea posible, es esencial descentralizar la inversión y el enfoque. Reconozco que la sostenibilidad es un objetivo valioso, que nos ha entregado grandes acuerdos y avances en las transformaciones necesarias para sostener la vida en el planeta, pero es evidente que ya el concepto se queda pequeño para los desafíos a los que nos enfrentamos en el siglo XXI. Hablo de la crisis climática, las grandes olas migratorias, la creciente pobreza y la inestabilidad política, por mencionar algunas.
La regeneración abarca más porque busca reconocer la historia del territorio y del sistema, encontrar y reparar lo que se ha dañado, además de crear sistemas que exisstan en armonía entre sus elementos. Esto va de la mano con la restauración de ecosistemas dañados, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la creación de nuevas oportunidades económicas cuyo centro no recaiga en la extracción, sino en un desarrollo próspero y continuable en el tiempo.
Hasta ahora, la inversión en innovación y emprendimiento regenerativos se ha concentrado en gran medida en los centros urbanos y las empresas multinacionales. Si bien esto ha impulsado avances significativos, también ha dejado atrás a comunidades locales y regiones rurales, que a menudo son las más afectadas por los impactos climáticos. Esto no solo crea desigualdades económicas, sino que también limita la diversidad de soluciones disponibles.
El camino hacia la regeneración está pavimentado por emprendimientos regenerativos locales, que hoy lideran los procesos ya que entienden las necesidades únicas de sus regiones y la huella histórica del territorio: tanto lo que ha sido dañado como lo que abunda. Al invertir en estas soluciones locales, no solo se abordan los desafíos del cambio climático, sino que también se fortalece la resiliencia de las comunidades y se crean oportunidades.
En una región en donde la crisis climática exige acciones audaces, la regeneración es una respuesta poderosa para enfrentar los desafíos de forma directa. Al descentralizar la inversión y enfocarse en la regeneración, América Latina puede avanzar hacia un futuro más sostenible y resiliente. En este contexto, en Chile están dadas las condiciones para asumir un rol de liderazgo, incentivando un desarrollo económico y social descentralizado, dando relevancia a propuestas locales y regionales. Es hora de dejar atrás las soluciones tradicionales y adoptar un enfoque que no solo detenga la degradación, sino que también restaure y reviva nuestro hermoso hogar en la Tierra.
Felipe Fontecilla Gutierrez
Director de Regeneración Ecologica y Acción Climática de Plataforma 2811