En su historia, el Volcán Rukapillan (Villarrica) ha sido protagonista de fuertes erupciones. Desde el siglo XVI que se registra el poder destructivo que puede tener para los asentamientos humanos.
No es novedad, ni sería sorpresa pensar, que una próxima erupción vuelva a recordarnos el poder de la naturaleza y del mismo modo causar una gran catástrofe.
Puede que el bosque resiliente a veces borre la memoria volcánica, por eso debemos conocer su historia y saber cómo actuar frente a una erupción. Asimismo, entender que habitamos una zona que con el paso de los años seguirá transformando su geografía por medio de las erupciones y atenernos a las consecuencias que eso conlleva.
Todo lo anterior nos invita a estrechar nuestra relación con la tierra que habitamos, honrar el poder de la naturaleza, los “seres” y volcanes que nos rodean y vivir de acuerdo a su fuerza y dinamismo.
¿Qué sientes tú, viviendo junto a un volcán? ¿Viviste la erupción pasada? ¿Cómo fue tu experiencia?