No se trata sólo de reciclar, que es importantísimo, sino más de reducir, reutilizar y sobre de todo RECHAZAR. La omnipresencia del plástico es tal que el sólo hecho de renunciar a él puede hacerse cuesta arriba para muchas personas. Reducir el consumo de plásticos requiere no sólo de un cambio de hábitos, sino también de un cambio de mentalidad.