Revisando lo que fue el turismo esta temporada en la zona de Pucón y sus alrededores, tras más de dos años de incertidumbre, resiliencia y fuerza, creo el pueblo de Pucón logró enfrentar una temporada estival 2021-2022 con resultados positivos en cuanto a lo económico, la continuidad y receptividad de los visitantes.
A fin de septiembre de 2021 se terminó la vigencia de estado de catástrofe en el país, eliminándose restricciones de movilidad, lo que marcó un hito importante para el turismo local, donde después de mucho tiempo de enfrentar inestabilidades, el turismo se logró proyectar para una temporada relativamente más auspiciosa.
Se observó claramente que el sur de Chile fue el destino escogido este verano por la mayoría de los chilenos, como también por extranjeros que pasaron duras restricciones de ingreso al país. Factores que incrementaron la decisión de visitar nuestra zona fueron el cierre de fronteras terrestres, el efecto de la presencia de la fragata portuguesa, o falsa medusa, que apareció en las costas de la cuarta y quinta región a principio de año, las alertas de tsunami para las costas del país a mediados de enero por la erupción de un volcán submarino en la polinesia. Esto adicional a la necesidad de las personas de salir a lugares naturales, con agua, aire limpio, amplitud y bienestar, tan requeridos en pandemia y que Pucón y sus alrededores lo entrega totalmente.
La adaptación de ciertos oferentes de turismo, que se especializaban en pasajeros extranjeros, fue muy rescatable, ya que tuvieron que adecuar sus estrategias y su servicio, para recibir a turistas nacionales, generando buenos resultados económicos y relacionales, complementando así la menor llegada de visitantes desde otros países.
Se observó claramente que la modalidad de funcionamiento de Pucón, para esta temporada estival, fue por la línea de la “subsistencia”, en consideración de los difíciles tiempos que se vivieron, quedando lo sustentable o regenerativo en un segundo plano. Hubo situaciones críticas que deben ser conversadas y solucionadas si queremos perdurar como comunidad.
Atochamientos vehiculares constantes principalmente en la zona este de Pucón, afectaron la experiencia turística y la funcionalidad de los locales, que transitaron a las zonas de Quelhue, Caburgua, Huerquehue, Huife, Palguin, Currarehue, Puesco entre otros sectores. El camino al volcán, para su ascensión o acercamiento, estuvo gran parte del verano en malísimas condiciones, afectando a un área del turismo relevante para nuestra zona.
La no existencia de un sistema de reciclaje claro, comprometido y eficiente generó un impacto duro en nuestra naturaleza y nuestra gente. La inestabilidad del sistema eléctrico en la última quincena de febrero, con altísima rotación de turistas, generó grandes problemáticas.
El Ironman creo debe revisarse en cuanto al impacto positivo que genera versus el negativo, se observó erosión en acceso a playa y playa misma, familias que trabajaban en la playa afectadas en más de 10 días sin trabajar debido a las plataformas de fierro instaladas y movimientos de maquinaria pesada. Diversas calles clausuradas por más de una semana para preparar la competencia, afectando al comercio y otras propuestas turísticas. Baños químicos con malos olores dejados varios días en la plaza principal post competencia, entre otras. Fiestas o manifestaciones grupales no reguladas que afectaron el espacio de vecinos o familias visitantes.
La falta de un conducto claro y creativo de información a los visitantes de las opciones de turismo presentes en la zona, así mismo la ausencia de un museo o galerías que presenten la cosmovisión ancestral del pueblo mapuche o la identidad del pueblo puconino, afecta el entendimiento de los visitantes, en cuanto a no comprender el espacio que están visitando y así no saber cómo transitarlo.
Creo sería muy positivo entregar un Manifiesto a cada visitante enfatizando lo importante a considerar al llegar a este pueblo. Donde surjan puntos relacionados al respeto al local, a la cultura originaria, fomentar el consumo de productos locales, cuidar la naturaleza y todo ser vivo habitante en la zona, enseñar el concepto «no deje rastro», entre otros puntos de interés comunitario, que generen conciencia y respeto en quien arriba.
Reflexionando en base a este presente, siento que todos, planetariamente, hemos sido más perceptivos del hábitat donde queremos vivir y de cómo queremos transitar nuestro camino. En ese sentido, creo que los puconinos estamos valorando más aún esta tierra sagrada y ancestral donde habitamos. Esta energía local es percibida por el que nos visita favoreciendo la experiencia y el relacionamiento entre seres humanos que somos.
En Zenit hemos observado con alegría la tremenda admiración de los nacionales y sobre todo de los extranjeros por nuestro entorno natural y nuestra gente, observando como se transmiten entre ellos las vivencias y como rápidamente recomiendan visitar este espacio, lo cual se irá multiplicando de aquí en adelante.
Esta mayor interconexión entre habitantes y espacio natural nos favorecerá entonces en un mejor habitar, como también en una positiva vibración que se expandirá a quienes nos visitan. Como dicen, un pueblo donde la gente habita feliz en armonía con la naturaleza y su comunidad siempre será un lindo lugar para conocer y visitar.
Este 2022 será el momento donde debemos reunirnos todos los participantes en turismo, como también toda la comunidad, para planificar responsablemente y con compromiso colectivo lo que esperamos para el turismo que viene, en contexto del ecosistema que habitamos.
Pucón debe transitar más profundamente las líneas de sostenibilidad si queremos proteger este gran lugar y favorecer el aumento de visitantes conscientes y que valoren el tesoro donde habitamos.
Hay una oportunidad grande de aprender, conectar y profundizar en el camino de la regeneración, donde nos hacemos conscientes, como los abuelos mapuche, en que somos ni más ni menos que otros seres vivos que habitan el ecosistema donde nos encontramos, estando todos interconectados, donde el trabajo colaborativo, poniendo la vida por delante, es el único camino.
Deberemos empujar a la Municipalidad y a la Cámara de Turismo a que se alineen con esta visión, con rapidez, apertura, adaptación y compromiso, de lo contrario no estaremos trabajando como un todo, que es lo que se requiere urgente. Nuevos liderazgos o colectivos involucrados en las decisiones de la comunidad, como ya se ven algunos, será clave para preparar lo que vendrá. Nuevas certificaciones en sostenibilidad como mayor especialización de cada oferente, ayudará a potenciarnos más aún como destino.
Dejo lanzada una flecha llena de luz hacia lo que viene, fortaleciéndonos como comunidad, comprometiéndonos más por una visión colectiva y honrando el lugar que habitamos, que acogió a miles de visitantes, con una humildad y resiliencia que nos enseña.
Agustin Landeta
Co-Fundador Zenit Travel